PlayStation 6 y la nueva Xbox serán más caras de fabricar

PlayStation 6 debería llegar en 2028 centrándose en el trazado de rutas

Según el filtrador Kepler (@Kepler_L2 en X/Twitter), las nuevas PlayStation 6 y Xbox serán mucho más caras de fabricar para ofrecer un aumento significativo del rendimiento. El análisis se basa en el hecho de que los nuevos procesadores serán más caros debido al cambio en el proceso de fabricación de FinFET más barato a GAAFET.

Conocido por tener fuentes vinculadas a AMD, Kepler afirmó que las nuevas arquitecturas de transistores Gate-All-Around encarecerán considerablemente el proceso de miniaturización de componentes. Por tanto, todo el mercado de chips debería sufrir el impacto de la transición, incluidas las consolas.

Cada vez más caro

El comentario de Kepler surge en respuesta a lo que ya había sido confirmado por el último informe fiscal de la división de juegos de Sony. Con un hardware cada vez más complejo y potente, también es cada vez más difícil sacar provecho de las consolas con cada generación.

A modo de comparación, la PlayStation 3 de 2006 utilizó un procesador RISC adaptado del chip PowerPC 2.02 de IBM, lanzado originalmente 10 años antes para servidores HPC. La PlayStation 4 (2013), a su vez, contaba con una APU AMD Jaguar desarrollada en 2010 y fabricada en 28 nm por TSMC, dos generaciones antes del primer nodo FinFET de 16 nm, de 2013.

La eficiencia del proceso en FinFET ha garantizado a la industria de los semiconductores prácticamente 10 años de miniaturización de transistores, y el N3 de 3 nm (2022) todavía se basa en el mismo proceso. Entonces, la diferencia en eficiencia en la PS5 fue menos significativa, a pesar de introducir compatibilidad nativa para Ray Tracing y otras mejoras cercanas a las PC para juegos, pero seguía siendo un procesador relativamente barato de fabricar.

Sin embargo, la tasa de utilización de las obleas de silicio ha ido cayendo con cada nueva arquitectura, por lo que es necesario migrar a GAAFET o equivalente para seguir avanzando. De esta forma, las próximas generaciones de consolas están en condiciones de optar por un salto de rendimiento más sutil con las tecnologías actuales, o adoptar las próximas generaciones de chips, aumentando el coste de fabricación, reduciendo los beneficios potenciales y el atractivo de ventas para el consumidor final.

Subir