Microsoft puede renunciar a las CPU AMD en la nueva Xbox

Microsoft puede renunciar a las CPU AMD en la nueva Xbox

Según fuentes de la industria, Microsoft aún no ha firmado un contrato con AMD para suministrar APU para la próxima generación de Xbox. La compañía generalmente invierte mucho en negociaciones para conseguir el mejor precio, pero concretamente en la próxima generación Microsoft estaría pensando en migrar a nuevas APU Intel, o incluso Nvidia.

Por otro lado, Sony ya firmó una alianza con AMD tanto para la PlayStation 6 como para una supuesta PS Vita 2, de cara a un eventual regreso al mercado de las consolas portátiles. El movimiento de Microsoft no estaría directamente relacionado con el rendimiento esperado de las APU RDNA4, sino con la posibilidad de que Intel ofrezca precios realmente competitivos, con buena capacidad de suministro en gran volumen.

Más competencia en el mercado de las consolas

Aunque Sony y Microsoft, los principales fabricantes de consolas de escritorio, migraron a la arquitectura x86 solo en la última generación, el movimiento se produjo hace más de 10 años, en 2013. Desde entonces, AMD actúa como principal proveedor de APU, principalmente para el buen rendimiento y eficiencia energética de sus SoC, que incluso en PC casi siempre funcionan mejor en juegos que las soluciones con Intel iGPU.

Sin embargo, con la llegada de los nuevos chips Meteor Lake con gráficos integrados Arc, el escenario parece estar cambiando a favor del Blue Team. Hasta el momento no hemos tenido la oportunidad de ver plataformas de juego legítimas con los nuevos SoC de Intel, pero las primeras impresiones basadas en la experiencia de lo mostrado en el evento AI Everywhere de diciembre fueron bastante positivas.

Según el calendario de lanzamientos de Intel, el primer producto de juego con APU Meteor Lake deberían ser las consolas portátiles MSI Claw, ya que los portátiles de juego del segmento sólo llegarán en el último trimestre del año. Sin embargo, la propuesta portátil debería ser más que suficiente para darnos una idea real de lo que podrán hacer los nuevos chips de la compañía en las plataformas de juegos.

Además, Intel está invirtiendo fuertemente en sus propias fundiciones para garantizar un flujo estable de chips tanto para sus productos como para sus contratos de asociación. AMD, por otro lado, depende del flujo de entregas de TSMC, que tiene una base de clientes extremadamente amplia y está casi totalmente comprometido en términos de contratos de entrega.

Al parecer, Microsoft ya ha retomado las negociaciones con AMD para la próxima Xbox, pero aún no hay confirmación de que se haya firmado el acuerdo. Esto le daría margen a Intel para ofrecer un producto verdaderamente competitivo con sus APU, que ya deberían ser de la generación Lunar Lake con gráficos Arc Battlemage para una nueva Xbox con lanzamiento sugerido en 2028.

Por lo tanto, no será sorprendente que en la próxima generación tengamos a los dos jugadores más importantes del mercado de consolas trayendo componentes internos de lados opuestos del mercado de CPU.

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