Críticas al Régimen | Kate Winslet brilla en miniserie eliminada
Hay producciones que lo tienen todo para triunfar. Parten de una idea muy interesante, atraen a directores y productores con grandes currículums, un elenco excelente y empiezan a grabar. Pero en algún momento, lo que podría ser maravilloso termina estando simplemente bien. En algunos casos, puede ser desastroso.
El régimenuna producción de HBO protagonizada por Kate Winslet (Mar de Easttown) aparece como un ejemplo de estas producciones, en las que todos los elementos conspiran a tu favor, pero al verla sientes algo inesperado: indiferencia.
Un canciller perdido en el cargo
El régimen Gira en torno a la canciller Elena Vernham, líder de un gobierno autoritario en un país europeo cuyo nombre nunca se menciona en la serie. Está mimada, tiene arrebatos neuróticos y vive encerrada en el interior de un antiguo hotel de lujo transformado en palacio. Elena está rodeada de asesores y personal horribles, que le hablan a la nación de una manera que roza la desconexión de la realidad.
Es en este escenario que conocemos a Herbert Zubak, el Carnicero, un soldado que fue degradado y acaba trabajando dentro del palacio, buscando manchas de moho y posibles envenenamientos en el lugar. Zubak y Elena acaban acercándose, sobre todo después de que los militares ponen fin a un intento de asesinato contra el canciller.
A partir de este evento surge una relación entre los dos, con Zubak convirtiéndose en el asesor oficial de Elena y su amante. Poco a poco, Zubak comienza a ordenar al canciller que tome las acciones que cree que son mejores para el pueblo.
Interpretado por Matthias Schoenaerts (La vieja guardia), se puede notar cuánto el actor intenta aportar más capas al personaje, aunque el guión no le ayuda a hacerlo de la manera más efectiva.
El reparto en sí no parece ser capaz de hacer una transición muy buena entre la comedia y el drama, ya que la serie sólo consigue ser absurda y forzada. Hay situaciones que no tienen sentido, no tienen gracia e incluso cuestionan la inteligencia de los espectadores.
Se puede notar un esfuerzo de Kate Winslet en el papel principal de la serie, pues su Elena es una persona claramente no preparada para el puesto que ocupa, con varios problemas en su crianza y que no tiene idea de los efectos de su decisiones sobre una nación, actuando de forma bastante egoísta.
Este retrato entra incluso en la idea de sátira que El régimen pretende serlo, pero el resto de los personajes y las situaciones en las que se involucran rozan el ridículo, quitando las críticas que la producción quiere hacer.
Empieza a correr y termina cayendo.
Con seis episodios, El régimen Tiene un comienzo interesante, aunque ya presenta varios de sus problemas. Con los primeros capítulos transcurriendo casi íntegramente dentro del palacio, la presentación de Elena y la introducción de Zubak en la trama hacen creer que la historia seguirá una dirección diferente a la elegida por su creador Will Tracy, de El menú.
A medida que la trama se vuelve cada vez más oscura, lo que podría ayudar mucho con la idea de sátira de este gobierno autoritario, todo se hace de una manera muy genérica y desalmada, sin tener en cuenta cómo podría comportarse el mundo frente a un país. con un liderazgo como el del personaje principal.
Al intentar echar gran parte de la culpa de todo lo que sucede a las decisiones tomadas por Elena, la historia deja de lado elementos importantes, como la influencia de naciones como Estados Unidos y Europa, que se benefician de este desequilibrio político en países de todo el mundo. . mundo.
Al final de la miniserie el sentimiento que queda, como decíamos al principio, es de indiferencia. La mayoría de los personajes terminan mereciendo el destino que reciben, la trama llega a una conclusión que no conmueve, no se rebela y roza lo no entretenido, incluso con la buena actuación de Kate Winslet.
En medio de las decisiones equivocadas tomadas por Elena Vernham, la forma en que se desarrolla la historia es desagradable, aunque es muy sencillo notar que podría haber tenido un enfoque diferente y haber sido mucho más interesante.
La idea de vender una sátira que no funciona muy bien desperdicia muchos talentos, en una serie que termina contigo apoyando a la gente de esta nación sin nombre para que de alguna manera tome el poder y ponga fin a todo esto.
El régimen está disponible en Max.